Guido Pella ganó una de esas auténticas batallas de Grand Slam. Una de esas que hasta no hace tanto miraba por televisión.
La tercera fue la vencida para el bahiense, que tras dos intentos fallidos logró su primer triunfo en torneos grandes. Fue en Roland Garros y tras vencer al croata Ivan Dodig por un apretado 4-6, 6-4, 6-3, 2-6 y 12-10 y tras tres horas y 24 minutos de juego.
Al mismo tiempo, se acreditó la posibilidad de transformar en realidad el sueño de todo tenista. En la próxima instancia, Guido ingresará al imponente estadio Philippe Chatrier y se parará frente al serbio Novak Djokovic, actual número 1 del mundo y, lógicamente, máximo favorito al título.
Al inicio, el argentino no pudo abstraerse del contexto. Así cedió su servicio y, en un puñado de minutos, quedó 0-2. Esa sería la brecha que terminaría prevaleciendo en un parcial inicial en el que Dodig tomó la iniciativa y dominó, esencialmente, con su primer servicio, con el que no cedió puntos (14-14, incluidos 6 aces).
La tendencia se acentuó en el segundo. Con una derecha certera, el croata se escapó 4-0.
Sin embargo, el partido dio un giro de 180 grados. El bahiense comenzó a plantarse en los games de devolución, presentó batalla y, sumado a un incremento en el porcentaje de sus primeros servicios (68%), sembró dudas en el europeo, quien lució vulnerable por primera vez (15 errores no forzados). Esto desembocó en una impensada seguidilla de 9 juegos ganados consecutivamente.
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